Lío de los tomates
Un nuevo estudio sobre fijación de precios establece que los consumidores estadounidenses experimentan una escasez abrupta de tomates que ocasionará costos adicionales enormes para los tomates frescos del supermercado, o bien que dichos consumidores deberán optar por no comprar tomates frescos, si EE. UU. pone fin a un acuerdo comercial con México a pedido de un grupo de productores de Florida.
Si se obliga a retirar del mercado estadounidense los tomates mexicanos, los precios de las variedades populares, como los tomates de invernadero madurados en la planta, se duplicarían del promedio nacional de aproximadamente $2.50 la libra hasta casi $5 la libra, y los tomates uva aumentarían a casi$5.50 la libra, de acuerdo con un análisis sobre el impacto económico realizado por Nielsen Perishables Group para la Asociación de Productos Frescos de las Américas (Fresh Produce Association of the Americas, FPAA).
“Estamos a punto de experimentar una escasez abrupta de tomates”, advirtió el Presidente de la FPAA,Lance Jungmeyer. “A todos los fines prácticos, se le está agotando el tiempo al Departamento de Comercio de los EE. UU. para llegar a un acuerdo con los productores mexicanos sobre el precio mínimo para los tomates frescos importados”.
“Si no vemos pronto un arreglo para continuar el acuerdo de suspensión de tomate, los consumidores estadounidenses pagarán precios notablemente más altos por el tomate”, agregó Jungmeyer. “El mercado se basa en la oferta y la demanda, y los productores de Florida intentan retirar del mercado los productos mexicanos, lo cual significará precios más altos en la tienda de comestibles”.
Los consumidores verán que los ingresos por bienes consumibles caerán este año, debido a la sequía constante en la región del Medio Oeste de los EE. UU., con lo cual el gobierno federal predijo aumentos en los precios de los alimentos de entre el 3 y 4 % este verano, de acuerdo con el Servicio de Investigación Económica del Departamento de Agricultura de los EE. UU.
El equipo de estudio, liderado por el Dr. Tim Richards, Catedrático de la Escuela de Morrison de Agroindustria de la Universidad Estatal de Arizona, incluyó en su análisis el impacto histórico de una helada prolongada en febrero de 2011 que redujo considerablemente los volúmenes de tomates mexicanos. “Descubrimos que si las importaciones mexicanas se excluyen del mercado estadounidense, se puede esperar que los precios minoristas aumenten durante el plazo de diciembre a mayo hasta un 97.9 % para el tomate redondo de invernadero, 96.9 % para el tomate maduro de invernadero, 61.3 % para el tomate tipo refrigerio, 217.2 % para el tomate roma y 52.1 % para el tomate de huerta”, Richards aseguró en su informe.
“El resultado probablemente sea una disminución global en la demanda de tomates frescos de los consumidores estadounidenses durante la temporada invernal, y esto muy posiblemente se extienda hasta la temporada de crecimiento primavera-verano”, agregó Richards.
“Si los tomates mexicanos se mantienen fuera del mercado, los comerciantes minoristas se verán obligados a aumentar los precios a los consumidores”, dijo Jungmeyer. “Si los precios se duplican, la demanda seguramente caerá, y podría haber un daño permanente en la pasión de los consumidores estadounidenses por los tomates”, afirmó.
“Esto es como jugar a la ruleta rusa con el bolsillo de los estadounidenses”, comentó Jungmeyer.
Los tomates son la verdura n.° 1
Recientemente los tomates se convirtieron en la verdura fresca comprada n.° 1 de los EE. UU., de acuerdo con los datos de consumo de Fresh Trends. Los productores mexicanos proporcionan un suministro anual de más de 3 mil millones de libras de variedades populares de tomates a los distribuidores y mayoristas estadounidenses quienes, a su vez, abastecen a los supermercados y restaurantes. Las variedades mexicanas de invernadero y huerta representan más de la mitad del suministro invernal de tomates frescos de los EE. UU. Los tomates mexicanos conforman casi el 43 % de los tomates frescos disponibles desde junio hasta noviembre.
El clima invernal más inclemente, como se experimentó en muchas zonas de los Estados Unidos en los últimos años, incluidas las áreas agrícolas de Florida, solo se suma a los riesgos relacionados con la limitación de las importaciones. “Existe una posibilidad muy real de que una catástrofe relacionada con el clima desabastezca el suministro de tomates a los supermercados”, advirtió Jungmeyer.
“En tres de las últimas cinco temporadas de crecimiento invernales, Florida ha sido azotada por huracanes o heladas que afectaron gravemente el suministro de tomates”, comentó Jungmeyer. “A excepción de México, Florida es la única opción viable para los tomates invernales. Con el huracán Sandy, hemos observado que los patrones climáticos se volvieron más erráticos. Solo podemos suponer que las plantaciones de tomates de Florida continuarán siendo afectadas por el clima en las épocas más inoportunas”.
El aumento de la popularidad de los tomates frescos de México se debe a un acuerdo comercial entre los dos países que se ha implementado durante 16 años sin ninguna disputa y con dos aumentos negociados en el precio mínimo para los tomates importados. El acuerdo ha sido conveniente para los consumidores y productores estadounidenses.
El Departamento de Comercio recibió más de 350 cartas en apoyo al mantenimiento del pacto comercial de tomates entre los EE. UU. y México provenientes de una variedad de organizaciones comerciales, minoristas y productoras de alimentos de los EE. UU., entre las que se encuentran la Cámara de Comercio de los EE. UU., Walmart, la Asociación Nacional de Restaurantes (National Restaurant Association), el Instituto de Comercialización de Alimentos (Food Marketing Institute) y diversos grupos de productores agrícolas estadounidenses. PRNews