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Peligroso aumento del estrés

Encuesta de APA revela atención insuficiente a necesidades de salud conductual al tiempo que aumentan los niveles de estrés entre los hispanos 

 En materia del manejo del estrés y el bienestar, existe una brecha entre lo que el sistema de salud ofrece y lo que esperan de éste los estadounidenses, incluidos los hispanos. Es esto lo que ha revelado una nueva encuesta que ha publicado hoy la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association, APA).

Los hallazgos de la encuesta Stress in America™: Missing the Health Care Connection, (El estrés en los Estados Unidos™: La desconexión con los servicios de salud) indican que los estadounidenses adultos — en particular los hispanos — no reciben lo que necesitan de parte de sus proveedores de servicios de salud para manejar el estrés y efectuar cambios en su estilo de vida y su conducta que ayuden a mejorar su salud. La encuesta, que se realizó a través de Internet en agosto de 2012, estuvo a cargo de Harris Interactive. En la misma participaron 2.020 adultos, entre éstos 391 hispanos, de 18 años o más y que residen en los E.E. U.U.

Si bien los hispanos piensan que es importante que los servicios de salud den mayor atención a los asuntos relacionados al estrés y a llevar estilos de vida más saludables, sus experiencias no parecen estar a la par con lo que éstos estiman importante. Por ejemplo, a pesar de que el 39 por ciento de los hispanos dice que es extremadamente importante o muy importante hablar con su proveedor de servicios de salud sobre el manejo del estrés, sólo el 18 por ciento indica que este tipo de intercambio ocurre con frecuencia o siempre. Los hallazgos de la encuesta demuestran también que el nivel promedio de estrés entre los hispanos podría ir en aumento en comparación con los niveles informados en 2011 (5.3 en una escala de 10 puntos, frente a 5.1 en 2011). Esto es a pesar de una tendencia a la baja para los estadounidenses en general (4.9 en una escala de 10 puntos, frente a 5.2 en 2011). Del mismo modo, 33 por ciento de los hispanos adultos afirma que su nivel de estrés ha aumentado en el pasado año.

“Cuando la gente recibe ayuda profesional para manejar el estrés y realizar cambios saludables en su conducta, alcanza con mayor éxito sus metas de salud”, dice el director ejecutivo de la APA, Norman B. Anderson, PhD. “Desafortunadamente, el sistema de salud de nuestro país con frecuencia descuida los factores psicológicos y conductuales que son de vital importancia para el manejo del estrés y las enfermedades crónicas. Para ser una nación más saludable, reducir los índices de enfermedades crónicas y disminuir el gasto en salud, tenemos que mejorar la forma en que vemos y tratamos el estrés y las conductas no saludables que contribuyen a la alta incidencia de enfermedades en los E.E. U.U.”

Son especialmente vulnerables los estadounidenses que reciben poco o ningún apoyo para el manejo del estrés o de la conducta de parte de los proveedores de servicios de salud. Este nutrido grupo de personas, entre las que se encuentra más de la mitad de los hispanos (51 por ciento) y de los estadounidenses en general (53 por ciento), indica que recibe poca o ninguna ayuda para manejar el estrés de parte de los proveedores de servicios de salud. Además, 38 por ciento de los hispanos dice recibir poco o ningún apoyo para el manejo de la conducta.

En general, es más probable que aquéllos que indicaron recibir poco o ningún apoyo para el manejo del estrés o de la conducta de parte de los proveedores de servicios de salud reporten un aumento en sus niveles de estrés durante el último año, frente a los que dijeron recibir este tipo de apoyo (38 por ciento con poco o ningún apoyo, frente a 29 por ciento con bastante o mucho apoyo). La situación parece ser peor para el 20 por ciento de los estadounidenses en general que informó haber experimentado estrés extremo (8, 9 ó 10 en una escala de 10 puntos). Más de dos terceras partes de los adultos estadounidenses con altos niveles de estrés (69 por ciento) afirma que su nivel de estrés ha aumentado en el pasado año. Sin embargo, 33 por ciento de los estadounidenses adultos indica que nunca dialoga sobre el manejo del estrés con los proveedores de servicios de salud.

La generación del milenio se enfrenta al desafío del estrés y a la falta de apoyo para manejarlo

La llamada generación Millennials, aquéllos entre los 18 y 33 años, parece tener especial dificultad para manejar el estrés y procurar servicios de salud que satisfagan sus necesidades. La encuesta Stress in America reveló que los Millennials muestran un nivel promedio de estrés de 5.4 en una escala de 10 puntos, más que el promedio a nivel nacional (4.9). Esta generación también otorga calificaciones más bajas que el resto de los estadounidenses a los servicios de salud: los Millennials tienen menos probabilidades que la población general de dar la calificación de “A” a los servicios de salud que reciben (25 por ciento, frente a 31 por ciento). Casi la mitad de los Millennials (49 por ciento) no cree o no está segura de que hace lo suficiente para manejar el estrés y pocos dicen recibir apoyo para el manejo del estrés o de la conducta de parte de los proveedores de servicios de salud. Sólo el 23 por ciento piensa que los proveedores de servicios de salud le brindan “bastante o mucho” apoyo en su esfuerzo por realizar cambios conducentes a un estilo de vida y a conductas más saludables. Sólo el 17 por ciento dice lo mismo sobre el apoyo para el manejo del estrés recibido de parte de los proveedores de servicios de salud.

La relación entre las enfermedades crónicas y el estrés

La encuesta Stress in America reveló que los estadounidenses adultos con alguna enfermedad crónica parecen recibir menos apoyo para el manejo del estrés o de la conducta en comparación con la población general y con aquéllos sin enfermedades crónicas. Es menos probable que los estadounidenses con alguna enfermedad crónica indiquen que hacen lo suficiente para manejar el estrés que aquéllos sin enfermedades crónicas (59 por ciento, frente a 66 por ciento). Además, las personas con alguna enfermedad crónica que dicen recibir poco o ningún apoyo para el manejo del estrés o de la conducta de parte de los proveedores de servicios de salud enfrentan un aumento en los niveles de estrés — 41 por ciento afirmó que su nivel de estrés aumentó en el pasado año, en comparación con 35 por ciento de la población general.

A pesar de que los estadounidenses con alguna enfermedad crónica visitan a sus proveedores de servicios de salud con mayor frecuencia que aquéllos sin enfermedades crónicas, las personas con alguna enfermedad crónica no necesariamente reciben un mejor apoyo para el manejo del estrés. La mitad de aquéllos con alguna enfermedad crónica (51 por ciento) visita sus proveedores de salud tres o más veces al año, comparado con sólo 17 por ciento de las personas sin enfermedades crónicas. A pesar de una mayor frecuencia en consultas, sólo una cuarta parte (25 por ciento) de aquéllos con alguna enfermedad crónica indican que reciben “bastante o mucho” apoyo para el manejo del estrés de parte de los proveedores de servicios de salud. Sin embargo, a aquéllos que afirman que su proveedor de servicios de salud les brinda bastante o mucho apoyo para el manejo del estrés o de la conducta les va mucho mejor que a los que no reciben este apoyo. Sesenta y ocho por ciento de las personas en el primer grupo indican que están haciendo lo suficiente para manejar el estrés, en comparación con el 54 por ciento que afirma recibir poco o ningún apoyo. (PR News)

Para más información sobre el estrés, el estilo de vida y la conducta, visite el sitio web www.apa.org/centrodeapoyo

FUENTE  American Psychological Association

 

 

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