El Legado de Mandela
Por Rolando R.
La muerte de Nelson Mandela es un hecho. Durante varios meses los medios de comunicación han seguido de cerca el deterioro de su salud. Mandela cumplió 95 años el 18 de Julio. Lo que todos sabemos es que él es inmortal desde hace mucho tiempo.
Mandela nos deja un gran legado político, ético, y humanista. Como sus predecesores Gandhi y Martin Luther King, Jr., Mandela es un símbolo de la lucha por la igualdad, la libertad, la justicia social, y los derechos humanos. En Sudáfrica se le considera el padre de la nación y podríamos decir que es algo así como un George Washington y Abraham Lincoln envueltos en uno. Después de haber cumplido 27 años como preso político, en 1994 Mandela se convirtió en el primer presidente sudafricano elegido democráticamente. Su elección marco la culminación de una larga lucha que puso fin al sistema de segregación racial y el legado colonial en Sudáfrica.
Su lucha comenzó en 1944 cuando se hizo miembro del Congreso Nacional Africano (CNA) organización política en oposición al gobierno y la segregación racial. Asumiendo diferentes posiciones de liderazgo dentro del CNA, Mandela fue perseguido y arrestado en varias ocasiones a medida que el gobierno escalaba la represión política. Finalmente en Agosto 5 del 1962, Mandela fue arrestado y acusado de sabotaje y de conspirar para derrocar el gobierno. En 1963, fue condenado a cadena perpetua. Mandela sirvió 27 años como preso político, gran parte de ese tiempo, haciendo trabajo forzado en una cantera de piedra. Sin embargo, desde prisión, Mandela continuo su lucha y trabajo político. A su vez, una intensa campaña internacional se desarrollo para liberarlo y poner fin a la segregación racial en Sudáfrica.
A medida que diferentes facciones políticas ejercían presión, el violento conflicto escalo y Sudáfrica llego al borde de la guerra civil. Negociaciones comenzaron entre el CNA, Mandela, y el gobierno. Como resultado, el CNA fue reinstituido legalmente como partido político junto a otros partidos y Mandela fue liberado en 1990. El conflicto continuo hasta que finalmente en 1992 Mandela y el presidente De Klerk llegaron a un acuerdo para permitir elecciones abiertas con derecho al voto para los negros, el establecimiento de un gobierno de unidad nacional, la creación de una asamblea y corte constitucional, la adopción de una constitución provisional garantizando la separación de poderes, y la redacción de la carta de los derechos. Estas reformas junto a otras medidas efectivamente pusieron fin a la segregación racial. En 1993 Mandela y De Klerk fueron ambos recipientes del Premio Nobel de la Paz.
Durante su administración, Mandela enfatizo la reconciliación nacional y el proceso democrático dándole cupo a la minoría blanca y creando una amplia e inclusiva coalición política. En sus propias palabras, “los valientes no temen perdonar, por la paz.” Bajo su administración, servicios de salud, electricidad, agua potable, educación, teléfono, y vivienda fueron expandidos para incluir a la población negra la cual anteriormente había sido ampliamente excluida de estos. Muchas otras reformas fueron hechas para garantizar los derechos de los trabajadores y poner fin a la discriminación racial. Como prometido, su administración fue de un solo termino dando paso a nuevas elecciones y al proceso democrático. Finalizada su presidencia, Mandela se convirtió en una figura publica y diplomática de gigantesca estatura a nivel internacional trabajando a través de la Fundación Nelson Mandela por la paz, la educación, y la prevencion del SIDA.
Obviamente esto es solo un breve recuento de lo que fue una larga serie de acontecimientos de gran magnitud que costaron la vida de miles de personas. Es imposible en este corto espacio el hacer una presentación que haga justicia a la compleja realidad de estos sucesos y la gran lucha liderada por Mandela. Lo que si queda claro es que Mandela no solo liberó a Sudáfrica, sino que en el proceso nos mostró a todos con su ejemplo como caminar el largo camino a la libertad. Es ahí precisamente donde radica gran parte de su legado ético y humanista. Su énfasis en el perdón y la reconciliación como proceso integral de la transformación social esta profundamente ligado a una visión humanista regenerativa como muestran sus propias palabras:
La reconciliación siempre fue parte de nuestra lucha. La reconciliación fue un método para luchar de la misma forma en que también fue el objetivo de nuestra lucha….La política del CNA era de tratar de educar a todas las personas, incluso a nuestros enemigos. Creíamos que toda persona, incluyendo nuestros guardias en la prisión eran capaces de cambiar, e hicimos lo mas que pudimos para convencerlos….Porque el ser libre no es solamente el liberarte de tus propias cadenas, si no el vivir de una forma que respete y promueva la libertad de los demás…. El propósito de la libertad es el crearla para otros. Tu libertad y la mia no pueden ser separadas….Finalmente la reconciliación es un proceso espiritual el cual requiere mucho mas que simplemente un marco legal. Tiene que ocurrir en los corazones y mentes de la gente.*
La brillante visión de Mandela de una Sudáfrica unida y reconciliada hoy es una realidad gracias a su incansable esfuerzo. Su obra y ejemplo es una fuente de inspiración para todos. Su legado, mas que ninguna otra cosa, es un llamado a servir al mundo con el mismo amor que él lo ha hecho.
[author] [author_image timthumb=’on’][/author_image] [author_info]Rolando R. es un escritor y músico neoyorquino. *Citas traducidas por el autor. Fuente: Sello Hatang y Sahm Venter. Nelson Mandela By Himself: The Authorised Book of Quotations. Sudáfrica, Pan Macmillan, 2011. [/author_info] [/author]